martes, 7 de abril de 2009

VIDEITOS CLUB XXX - La paz mental que se necesitaba

UN REGALITO PARA LOS AMIGOS
Una rubia amiga tragando un ejemplar de verga.
Todo un trinfo sobre la tiranía de lo común. O no, tías?

Continuidad y valor a la hora del placer...

domingo, 5 de abril de 2009

La bisagra de lo urbano


En el café de la esquina

_ En la oficina hay un tipo que la tiene enorme, quiero decir: ENORME. Dice que para tener sexo con su mujer, tiene que envolverse el tronco de la pija con una toalla; y así, y sólo así puede conseguir que la pobre goce con un polvo.
_ ¿Será verdad, che? Yo siempre creí que las minas preferían a los tipos pijones, no sé, che, es raro eso que vos me contas.
_ Puede que sí, pero que lo del tipo este es Enorme, es así; yo cuando se la ví, me quedé impresionado.
_ Eh, ¿tan grande es? Y lo otros de la oficina ¿qué dicen del tipo?
_ No dicen mucho, pero eso sí, ninguno le querría presentar al tipo su mujer. Al parecer, los idiotas al llegar de la oficina, y lo primero que les cuentan a sus mujeres, es que tienen un compañero con una pija de burro impresionante.
_ La verdad que son unos idiotas. Más de una de ellas debe querer conocer al tal fulano.
_ No sé, che; yo, por si acaso, ni lo comento con mi mujer. Ella siempre me dice que tengo una pija tan grande como su concha. Pero conociéndola como la conozco, si yo le contase sobre este tipo, se le haría agüita la concha -es tan puta la pobre.
_ Eh, che, realmente te pone mal hablar de este tipo. Mejor cambiemos de tema.
_ Sí, mejor; me pone de muy mal humor, casi violento. Y decime, ¿cómo está la tuya?, ¿se terminaron esos problemitas que tenían?
_ Ni me hables de eso. La muy puta se está comportando muy rara.
_ Pero, ¿a qué mierda te referís con “muy rara”?
_ No sé, ahora, cada vez que tenemos sexo me sale con cosas raras. Casualmente, la última vez, hace ya unos días, cuando me la estaba cogiendo, me metió el dedo en el culo, la muy puta. Y la verdad que yo estaba tan caliente, que en ese momento, no le dije nada; pero no me gusto ni mierda. Creo que por eso me demoré más tiempo en acabar, y ella consiguió llegar al orgasmo antes que yo. ¡Qué loca de mierda!
_ Eh, tranquilo. Esas son cosas que las mujeres hacen cuando están bien atendidas; la mía hace eso, y otras tantas más. A mí, realmente, no me molesta para nada, al contrario, que me meta el dedo en el culo me excita más. Me pongo como loco, y antes de acabar, se la saco de la concha y se la doy por el culo, sin nada de piedad. Eso a ella le encanta.
_ Bueno, yo no es que... pero bueno, coincidamos que no es normal, ¿no?
_ ¿Y qué mierda es normal entre nosotros? Eso del instinto de conservación de la especie, entre nosotros, no me convence. Yo creo que los humanos sólo buscan satisfacer sus deseos –y esto, no tienen nada que ver con eso del anhelo de reproducirse.
_ Bueno, eso es cierto, che. ¿Sabes? A mí, a veces, me asaltan cada fantasía, que no sé.
_ No te creas que eso te pasa sólo a vos. Yo, rodeado todo el día de lindas perras, más de una vez me saltan cada delirio. Y creo que hasta hay una tipa que me tira mucha onda –y eso que sabe que soy un hombre casado.
_ Bueno, che, somos casados, no capados. A mí me también me tiene loco una mina del laburo; incluso, me tira cada troncos. El otro día, cayó a la oficina con una pollerita que apenas le bajaba de los cachetitos del culo; ese día se la pasó provocando mis miradas, y cuando se daba cuenta, la muy puta me sonreía con una malicia lujuriosa que yo no sabía que mierda hacer. Realmente, me tiene reloco.
_ ¿Qué le vamos a hacer, hermano? Somos humanos... ¿vos nunca la engañaste a tu mujer? Yo, por mí parte, nunca he podido evitarlo cada vez que he tenido la oportunidad. ¿Y sabes una cosa? No hay cosa más excitante que coger con otras mujeres. Es más, conozco a cada tipo..., que cederían a que sus mujeres cojan con otros, por sólo coger libremente con otras mujeres, sin sentir por eso culpa alguna. Y la verdad, eso está buenísimo. A mí no me molestaría para nada.
_ Callate, eso lo decís sólo porque sos un bocón. No te imagino tan tranquilo, viendo que a tu mujer se la coge otro.
_ Eso vos no lo sabes. Más de una de una vez, me he imaginado a mi mujer cogiendo con otros tipos, mientras yo me acostaba con la mujer de mi compañero.
_ Bueno, che, ya se me hace tarde para pasar por mi mujer. Esta noche tenemos una cena con mis suegros. Eso no me motiva para nada, pero ese viejo de mierda hace un asado como para chuparse los dedos.
_ Bueno, dale; mañana nos vemos y me contás. Yo ahora, justamente, tengo que verme con una mina que está que parte; vos no sabes cómo la chupa, la muy puta.


Por la noche y en casa

_ ¿Y qué tal tu día, amor? ¿Estás muy cansada, o te aguantas un polvo antes de dormir? Mirá que estuve pensando en vos todo el día. Estoy al palo, esa salsita de mi suegra tiene algo que me pone como loco.
_ Sí, a mí me pasa lo mismo. Quiero que me cojas. Tengo la concha remojada; además, te la quiero chupar un buen rato -como a vos te gusta.
_ Uhhhi, que no se hable más, mi amor. Te quiero tanto...
_ Y yo a vos. Uhhhi, ¡qué dura la tenes; te la quiero estrujar...!!!
_ Bueno, amor; primero lo primero, chupámela....


_ Esto sí que estuvo muy bueno ¿no?. ¿Sabes?, esas cositas que haces ahora me gustan; me excitan más.
_ Ya lo sé, por eso mismo lo hago. Aunque al principio, me pareció que... nada que ver.
_ Callate, vos no sabes nada; con vos lo que sea. Sos mi putita privada...
_ Eso, eso me gusta, “tu putita privada”. Sí, eso es lo que quiero, que me hagas sentir tu putita privada, la más puta de todas las putas. Estoy recaliente otra vez, ¿querés coger de nuevo?
_ Eh, además de puta, también sos una golosa... -por suerte, aún me queda algo de fuerza como para otro más.
_ Oh, qué bien se siente, amor. Es como si tu conchita se derritiera sobre la pija.
_ Ah, sí, dámela con más fuerza... más, más, más... sí...
_ Quiero acabarte en el culo; quiero rellenarte bien el culo. ¿Eso es lo que queres?
_ Sí... lo que sea, por favor. No me la saques del agujero... pecha más fuerte... clavame...
_ Sí, agarrame las tetas; pellizcame los pezones. Dame palmaditas en el culo... ¡¡¡¡ah, así, así, así... ah, qué rico!!!!
_ Aaahhh, terminé... Estoy muerto; no puedo más...
_ Aaaahhhh, llename; infeliz, hijo de una gran puta...


En la oficina, al mediodía

_ ¿Cómo estás, burrito? Hoy se te ve con un brillo en rostro... ¿No me digas qué anoche, la afortunada de tu mujer tuvo de juerga?
_ Pará, Gallega, esas cosas no tendrían porqué calentarte.
_ Eso decís vos. ¿Qué te incomoda habla de eso? A mí me gustaría tener un macho como tu que me folle todo el día...
_ Eh, hoy estás como nunca, Gallega. ¿Tanto hace que no te cogen?
_ No te creas; pasa que tú me pones muy cachonda.
_ Eh, no me hables así que se me despierta el indio, Gallega.
_ Ah, sí, cierto que tu eres un hombre fiel. ¿Ves? Hasta eso me calienta de ti...
_ Y bueno, puede que un día se te dé... ¿Quién sabe, no?
_ Ojala, coño, que me tienes como loca. Tanto, que ahora mismo voy al baño a magrearme contigo en la cabeza.
_ Aaaahhh, Gallega, con vos no sé cuanto voy a poder seguir aguantándome.
_ Pues, no te aguantes, coño; ven por casa hoy al salir de aquí, y vemos qué pasa...
_ Eh, Gallega, no juegues conmigo. ¿Y el chulo ese del que vos me contaste?
_ Él se fue de vuelta a Madrid, hace ya unos días, y no va ha volver. Se llevó una criolla que yo misma le presenté. ¿Qué buena puta y amiga, no? Ahora tenemos cancha libre...
_ No sé, Gallega, ¿te parece que mezclemos las cosas así?
_ Dale, coño; no seas tan marica... Nadie se va a enterar de nada; queda entre nosotros.
_ Siendo así, nos vemos más tarde.
_ Eso, chaval; te espero a eso de las siete, en casa. Te voy a estar esperando ansiosa...
_ Ah, Gallega, no sabes la que te espera... vas a tener que pedir ayuda.
_ Tal vez; pero eso para más adelante. Quiero saber si puedo, por ahora, yo sola...


Esa misma tarde, en lo de la Gallega

_ Pasa, che. Te estuve esperando; creí que ya no venias. Te demoraste un buen rato...
_ Ya sabes como es la oficina, Gallega; con ese pesado de Ramírez todo el día jodiendo atrás de uno. Él mismo me pidió que me quedara un rato más. Lo odio, como lo mataría.
_ Bueno, coño, relájate, que no estamos para echar a perder este momento. ¿Quieres un trago, o pasamos directo a la cama?
_ Te acepto el trago; aún estoy un poco nervioso por todo esto.
_ Calma, chaval; que yo aún no me he comido a nadie. Pero eso sí, me he tragado varias pollas... Y espero que la tuya no sea otra más como otras...
_ Traeme un whisky, y pasemos a lo nuestro. Ya se me está poniendo dura.
_ Toma tu whisky, y deja que vea esa polla. Epa, coño... que buena polla, ¿esta no mide menos de dieciocho cm? Es enorme. Jamás follé con una igual.
_ Callate, Gallega; eso debe ser una gran mentira. Debes de tener metros de pijas en tus agujeros.
_ En verdad, nunca me follé una polla tan grande. Estoy loca por tenerla dentro de mí; quiero que me perfores la matriz. De seguro tu hembra es muy feliz con esto ¿no? No sé si mi conchita va ha aguantar las envestidas de semejante miembro. Creo que voy a morir. Primero quiero ver si me entra en mi boca.
_ No exageres, Gallega, que las he visto más grande, y hay una más cerca de lo que vos crees. No puedo creer que no lo sepas. En la oficina no se habla de otra cosa.
_ Bueno, después hablamos de eso. Ahora, déjame que te la chupe, coño, que después la quiero en mi conchita.
_ En tu conchita y en tu culito hermoso. Ya me siento en confianza, quitate la ropa y dejame que te vea bien. Qué buenas tetas, Gallega, ¿son tuyas?
_ Y ésto, ¿es tuyo?
_ Sí, 100%
_ Aaahhh, Gallega, qué bien la chupas. Me la pones a mil; tan hinchada que me parece que se me va a reventar. Seguí así, así, así... aaahhh... Ahora cambiemos de posición, que quiero chupar esa conchita, y preparate para recibirla... Te voy a desgarrar...
_ Sí, coño, haceme lo que quieras. Qué bien la estoy pasando. Dale, chupame el coño sin sacármela de la boca. ¡¡¡Esto sí que es buena vida!!!
_ Deja que te la dé por la concha y vas a ver lo que es bueno. Soy todo un corcel criollo, y vos mi yegua, mi perra. Tomá, tomá, tomá... mmm... te vas a atragantar con mi pija. Morite, no me importa. Qué bien la estoy pasando.
_ Aaaahhh, no doy más. Cambiemos de posición, ya estoy lista para entregarte mi coño.
_ Ahora sí que vas a lamentar haber andado buscando joda.
_ ¿Yo lamentarme? Jamás, dame con todo eso que tienes, chaval; que por más grande que sea, a mi no me asusta nada. Dámela con todas tus fuerzas, mátame...
_ Ahí te va... Uhhh, que estrechita es esta concha; me parece que te la voy a desgarrar.
_ Esta polla parece una daga, aahhh..., me corta, me clava, ahhh... así, chaval, asííííí... tómame de las caderas y dame con más fuerza, coño. Aaahhh...
_ Y ahora, te la voy a dar por el culo, para que no se ponga celoso. Uuuhhh, qué pequeñito. No creo que pueda entrar. La cabeza de mi pija es muy gruesa como para que entre aquí, Gallega. ¿Qué hacemos?
_ Desgárrame, no me importa. La quiero bien profunda. Desángrame, no sé; métela como sea... Por favor, no doy más de calentura, mátame.
_ Como vos quiera, Galleguita del orto. Te voy a matar, lo siento mucho. No te voy a perdonar; quiero reventarme dentro tuyo y llenarte el culo... Toma...